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Un sistema de etiquetas de almacén bien optimizado puede ser fundamental para mantener la eficiencia en una empresa de logística, ya que ayudan a organizar las mercancías y guiar a las personas por las instalaciones mientras recogen productos o realizan otras actividades.
Las etiquetas de los almacenes contienen información clave que no sólo ayuda a los trabajadores a localizar materiales y comprender los niveles de existencias, sino que también puede informarles de cualquier consideración especial para la manipulación o el transporte de esas mercancías.
Al elegir las etiquetas de almacén necesarias para tu negocio de logística, es importante tener en cuenta factores como el tipo de almacén que operas, la distribución del espacio, el presupuesto y los elementos que deben contener dichas etiquetas.
Las etiquetas de almacén deben ser duraderas y contener información fácil de leer. Por ello es importante establecer normas sobre la forma de presentar los datos, como el uso de un sistema de códigos de barras en el almacén.
Conviene tener presente que las etiquetas de los almacenes suelen estar sujetas a determinadas normas, como las establecidas por la OSHA en Estados Unidos, la STPS en México y la ABNT en Brasil. También puedes contratar a un experto que te ayude a elegir las mejores etiquetas para tu empresa logística.
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Elegir etiquetas de almacén
Tipo de almacén: las etiquetas que mejor te funcionarán depende en parte del la instalación que gestiones. Hay muchos tipos de almacenes, desde los que se utilizan para el almacenamiento general hasta los que cuentan con instalaciones de temperatura controlada.
Por ejemplo, un almacén frigorífico necesitará un etiquetado resistente a las temperaturas de congelación, mientras que un almacén logístico inteligente requerirá etiquetas RFID para identificar productos o materiales automáticamente.
Distribución del almacén: la distribución del almacén ayudará a determinar cuántas etiquetas se necesitan para los pasillos, suelos y estanterías. El número de etiquetas en los productos dependerá del flujo de mercancías, su capacidad de almacenamiento y proceso de expedición.
Una buena red de distribución no sólo agiliza las operaciones y aumenta la productividad, sino que puede ayudar a minimizar los gastos relacionados con la colocación de etiquetas en el almacén al saber de antemano cuántas y de qué tipo se necesitan.
Presupuesto: como en cualquier proyecto de tu empresa, debes fijar un presupuesto para determinar el tipo y la cantidad de etiquetas necesarias. Las etiquetas de almacén están hechas de distintos materiales, como papel, cartón, metal o plástico.
Al presupuestar las etiquetas de almacén, también ten en cuenta el coste de impresión y colocación, tanto si lo haces tú como si trabajas con un experto. Recuerda que los materiales de mejor calidad y más duraderos pueden ser más caros, pero son inversiones a futuro.
Características de las etiquetas del almacén: el sistema de etiquetado que elijas debe seguir un patrón para facilitar la lectura, ya sea una combinación de números o letras en orden ascendente, códigos de barras, QR o una mezcla de todos estos elementos. También debe coincidir con la señalización de tu almacén.
Las etiquetas de los almacenes deben aplicarse de manera uniforme y coherente en cuanto a materiales, fuentes, tamaños y colores. También deberías plantearte aplicarlas de manera directa o utilizar un sistema de portaetiquetas.
4 tipos de etiquetas de almacén
Una vez que hayas planificado cuánto tienes que invertir en tus etiquetas de almacén y dónde estarán, considera qué aspecto tendrán. Es probable que no utilices un solo tipo, sino más bien una gama para diferentes zonas de la instalación.
1) Extraíbles
Las etiquetas de almacén removibles o extraíbles son una solución económica y práctica para muchas empresas de logística. Algunas son adhesivas, normalmente de papel o vinilo con un acabado pegajoso que permite ponerlas y quitarlas fácilmente de las superficies. Otras se insertan en portaetiquetas de plástico o aluminio. Estos soportes pueden ser caros, pero duraderos, flexibles y reutilizables.
2) Permanentes
Si buscas una solución más duradera, opta por etiquetas permanentes. Debido a su naturaleza, deben colocarse con más cuidado que una etiqueta removible. Una vez colocadas, estas etiquetas de almacén se adhieren firmemente a la superficie, por lo que retirarlas podría dañar o deteriorar la zona donde solían estar. Las etiquetas permanentes pueden ser de plástico o papel. Sin embargo, también existen etiquetas metálicas, más caras pero más duraderas.
3) Retrorreflectantes
En almacenes con poca luz o zonas de almacenamiento al aire libre, el etiquetado retrorreflectante es de gran ayuda, ya que brilla incluso cuando incide sobre él una luz de baja intensidad. El acabado de estas etiquetas de almacén permite a los escáneres leer a distancia lo que contienen. Por su capacidad retrorreflectante, suelen colocarse en herramientas, equipos de seguridad, estanterías y productos almacenados en altura.
4) Etiquetas especiales
Los almacenes con condiciones especiales requieren etiquetas únicas. Como se ha mencionado, para el almacenamiento en frío con alimentos perecederos, medicamentos u otros productos que requieran bajas temperaturas, será necesario colocar etiquetas que puedan sobrevivir a tales condiciones. En cambio, un almacén exterior necesitará etiquetas resistentes a la intemperie y al polvo.
Dónde colocar las etiquetas de almacén
Entre los lugares más habituales para utilizar etiquetas de almacén se encuentran los siguientes:
Pasillos
Un almacén organizado y bien distribuido tiene etiquetas en los pasillos. Deben tener un tamaño que facilite su visión a distancia, por lo que se recomienda colocarlos a una altura prudente, en las columnas de las estanterías o colgados del techo. Las etiquetas en los pasillos deben ser fácilmente legibles para permitir a los trabajadores operar a la máxima velocidad.
Estanterías
Las etiquetas en pasillos deben combinarse con etiquetas en estanterías para organizar mejor la actividad logística. Suelen ser más pequeñas y contienen información sobre el lote o los productos almacenados en una zona específica del almacén. Por lo general se colocan en estanterías y largueros.
Suelos
Las etiquetas de suelo para almacenes, además de los sistemas de señalización de suelos, están diseñadas para proporcionar información sobre la circulación de vehículos, zonas peligrosas o áreas vitales para la manipulación de mercancías. Al estar en el suelo, deben ser de materiales muy resistentes al paso continuo de vehículos y peatones y a los líquidos que se utilizan en la limpieza de almacenes industriales. Para que las etiquetas de suelo duren, imprímelas en materiales de calidad o implanta protectores plastificados.
Productos individuales
Todas las mercancías que entran y salen de un almacén deben llevar una etiqueta de identificación. Las etiquetas de los productos tienen que ser fáciles de colocar, legibles y contener información detallada. Cuanto mejor estén diseñadas e incluyan los datos más relevantes, más fácil será para los trabajadores de los almacenes o centros de distribución manejar la mercancía y entregar los pedidos con rapidez.
Cómo colocar etiquetas de almacén
Por lo general, las etiquetas de almacén son adhesivas, pero las de estanterías y pasillos suelen utilizar un sistema de portaetiquetas para facilitar su colocación y garantizar su durabilidad. Estos son algunos de los sistemas portaetiquetas más comunes que encontrarás en el mercado:
Magnéticos: los portaetiquetas magnéticos están fabricados con un marco de PVC con imanes que ayudan a fijarlos a las estanterías metálicas. Suelen tener un protector de plástico transparente donde se inserta la etiqueta impresa.
Deslizantes: estos portaetiquetas se fijan a las estanterías y constan de un marco con pequeñas aberturas que permiten deslizar las etiquetas. Para mayor durabilidad, algunos están protegidos con plástico transparente.
Tiras autoadhesivas: consisten en tiras plastificadas transparentes que se colocan en los largueros de las estanterías. Sus muescas a cada lado permiten la inserción de etiquetas, de forma similar al sistema de portaetiquetas deslizante.
Importancia de las etiquetas de almacén
Las etiquetas de almacén son indispensables en cualquier empresa competitiva de logística, ya que ayudan a localizar rápidamente los productos. Al contener información vital, también minimizan los errores relacionados con el almacenamiento y la distribución de productos.
Un buen sistema de etiquetas para almacenes mejora la organización dentro de las instalaciones. Así, con pasillos organizados, y cada mercancía en su sitio, se optimiza el espacio y se aprovecha eficazmente cada centímetro de almacenamiento.
Las etiquetas para almacenes deben diseñarse y colocarse de acuerdo con la normativa local para mantener la seguridad dentro de las instalaciones, principalmente cuando se utilizan en zonas peligrosas del negocio logístico o en productos que pueden perjudicar la salud de los operarios.
Cuando las etiquetas de almacén son de alta calidad, legibles y contienen la información correcta, se convierten en una pieza clave de cualquier empresa de logística. Los sistemas de etiquetado también ayudan a entregar pedidos precisos a tiempo, lo que se traduce en clientes satisfechos que volverán.
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