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El diseño de la distribución del almacén es crucial para la eficacia de las operaciones. Gestionar un almacén o un centro de distribución no es una tarea sencilla, pero si eliges una distribución que aproveche al máximo el espacio y facilite una línea de producción elegante, tu empresa puede obtener grandes beneficios.
Un buen diseño de la distribución del almacén también te ayuda a evitar algunos errores típicos de la configuración de almacenes, así como a mantener satisfechos a clientes y usuarios al contribuir a aumentar la velocidad a la que se puede procesar el trabajo.
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Algunas de las ventajas de las distintas características de diseño de los almacenes que se indican a continuación son la mejora del cumplimiento de los pedidos, la facilitación del acceso a las mercancías, la reducción de los tiempos de preparación de pedidos, el acortamiento de los plazos de entrega y la prevención de accidentes.
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Principios fundamentales para el diseño de la distribución del almacén
Antes de considerar el diseño adecuado de la distribución del almacén, conviene tener en cuenta algunos conceptos y principios que son fundamentales para el funcionamiento de un almacén o centro de distribución.
Flujo
Diseñar el flujo interno a través de una instalación es un trabajo que requiere una planificación estratégica en el diseño de la distribución del almacén. El recorrido de mercancías y materiales debe contemplarse desde que entran hasta que salen de la instalación. Un buen flujo aumenta la eficacia general de la operación.
Una forma habitual de optimizarlo es establecer un flujo unidireccional, que evita la congestión que puede producirse en los canales bidireccionales. Un flujo único ayuda a reducir el tráfico pesado y, por tanto, los posibles accidentes que pueden producirse cuando circulan vehículos de gran tamaño y otra maquinaria.
Una herramienta clave para señalizar el flujo es la instalación de una señalización adecuada en el suelo del almacén, que normalmente se realiza con cinta adhesiva de alta resistencia o pintura especial. Establecer un flujo claro es algo que requiere planificación e idealmente debe hacerse antes de que la instalación entre en funcionamiento.
Espaciado
A la hora de diseñar la distribución de un almacén, hay que dedicar a cada zona el espacio necesario para que cualquier persona que lo utilice pueda operar sin dificultad. Evidentemente, el espacio dependerá de la cantidad de personas que vayan a utilizarlo, así como del uso que vayan a darle.
La necesidad de aprovechar al máximo un espacio es lo que lleva a muchos a buscar la ayuda de especialistas en instalación de almacenes.Es importante intentar tener en cuenta el potencial y la probabilidad de que las necesidades de almacenamiento varíen con el tiempo, así como cualquier otro ajuste que pueda ser necesario para adaptarse al crecimiento.
Aunque puede que no sea posible prever todas las eventualidades operativas, planificar el futuro en la medida de lo posible es fundamental para el espaciado a la hora de diseñar la distribución del almacén.
Equipamiento
El tamaño de los equipos es otra variable a tener en cuenta en el diseño de la distribución del almacén. Por ello, es importante tener claras las dimensiones de cada elemento a la hora de planificar el diseño. Por ejemplo, saber qué estanterías de almacén va a utilizar le ayudará a planificar correctamente la distribución por pasillos.
Otro buen ejemplo es el tamaño de las paletas que se utilizarán, que a su vez puede afectar a los tipos de transpaletas, carretillas elevadoras y otros equipos que utilicen el espacio.
Todo esto debe tenerse en cuenta en la mayor medida posible a la hora de planificar la distribución de un almacén, ya que tener en cuenta el equipamiento y organizar el espacio en consecuencia no sólo hará que las operaciones se desarrollen con mayor fluidez, sino que también mantendrá a las personas más seguras.
Seguridad
Al trabajar en el diseño de la distribución de un almacén, la seguridad será una parte fundamental de todos los elementos mencionados. Sin embargo, también es algo que debe considerarse por derecho propio.
El control de los peligros y la prevención de accidentes son consideraciones fundamentales, y una planificación o un diseño deficientes pondrán en peligro a las personas, los bienes y los equipos. Dependiendo del tipo de actividad que se desarrolle en el espacio, erigir barreras de seguridad en el almacén puede ser fundamental para garantizar la seguridad.
Estas barreras también deben integrarse adecuadamente en todos los demás elementos del diseño de la distribución del almacén, como el encintado del suelo y la distribución por pasillos, para garantizar la seguridad y maximizar la productividad.
Sostenibilidad
La sostenibilidad es un factor cada vez más importante a la hora de diseñar la distribución de los almacenes, ya que la demanda de los consumidores, el aumento de los precios de la energía y la necesidad cada vez más acuciante de proteger el medio ambiente han adquirido mayor relevancia.
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La incorporación de claraboyas y ventanas para aprovechar más la luz natural, así como el uso de una iluminación más respetuosa con el medio ambiente, son sólo un par de ejemplos de cómo la sostenibilidad puede formar parte del diseño de la distribución de un almacén.
Un programa de reciclaje sólido también puede afectar a la configuración de un almacén, dado que la recogida y el procesamiento de mercancías para su reciclaje a menudo exigen espacio.
5 zonas clave en el diseño de la distribución del almacén
El diseño de la distribución de un almacén incluirá casi siempre las cinco zonas clave siguientes:
Carga y descarga
En cualquier almacén entran y salen mercancías, por lo que las zonas de carga y descarga son una parte importante de las instalaciones.
Como las mercancías suelen llegar y salir en camiones, estas zonas suelen tener puertas de muelle construidas para facilitar el acceso a los remolques, aunque no siempre es así.
En algunos casos, las zonas de carga y descarga estarán separadas, mientras que en otros podrán acomodar la carga y descarga en función del flujo de trabajo y los horarios. El diseño de la distribución del almacén dependerá de si la carga y la descarga deben estar separadas o combinadas.
Recepción
A su llegada a un almacén o centro de distribución, las mercancías generalmente necesitarán un control de calidad antes de ser enviadas a continuación para ser almacenadas o utilizadas, y eso tendrá lugar en una zona de recepción.
La recepción es, por tanto, un elemento importante del diseño de un almacén, y debe planificarse para acomodar la revisión de las mercancías, así como colocarse de forma que facilite un flujo fluido de las mercancías desde la descarga hasta el almacenamiento o la utilización.
El tipo de mercancías que entran y su destino posterior influyen en el diseño de la zona de recepción.
Almacenamiento
Una parte significativa del espacio de un almacén o centro de distribución se dedicará a almacenar mercancías y materiales. Estas zonas deberán facilitar el acceso a las personas, así como a los equipos o vehículos que se utilicen para almacenarlas y recogerlas.
En muchos casos, las mercancías almacenadas se guardan en palés de distintos tamaños, que también deben almacenarse cuando no se utilizan.
A la hora de planificar la distribución de un almacén, es fundamental saber cuánto tiempo se almacenarán las mercancías y con qué frecuencia se recogerán o trasladarán para garantizar un uso óptimo del espacio.
Recogida / envío
La mayoría de los almacenes y centros de distribución se basan en un flujo de trabajo que implica la recogida de mercancías del almacén que posteriormente se utilizarán o enviarán, y que generalmente requerirá que se establezcan zonas designadas donde se colocan las mercancías recogidas antes de enviarlas a otro lugar.
A menudo, en una zona de picking se realiza algún tipo de preparación antes de que las mercancías salgan, como envolverlas para mantenerlas seguras durante el transporte y consolidarlas en envíos para su expedición.
Por ello, al planificar las zonas de preparación de pedidos y expedición como parte del diseño de un almacén, deben tenerse en cuenta el acceso necesario y la preparación que conlleva.
La oficina
Las operaciones de cualquier almacén o centro de distribución serán supervisadas por un equipo de gerentes, normalmente asistidos por personal de apoyo, que estarán basados en una zona de oficinas durante al menos parte de su jornada laboral.
Dependiendo del tipo y la escala de la instalación, puede ser necesario situar esta zona para permitir la observación y supervisión de las operaciones. También puede incluir vestuarios o salas de descanso para el personal que trabaja en la planta.
La zona de oficinas también deberá poder acoger cualquier ampliación prevista o anticipada de las operaciones. Por tanto, ubicar y distribuir adecuadamente la zona de oficinas también será una consideración importante del diseño de la distribución del almacén.
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